lunes, 25 de junio de 2007
martes, 19 de junio de 2007
lunes, 18 de junio de 2007
domingo, 17 de junio de 2007
jueves, 14 de junio de 2007
Chris Cunningham
Este retrato, bastante raro, me dejo seco la primera vez que lo vi (encima en pantalla de cine). El tipo es el que hace los efectos visuales de "Alien". Este es un video clip para un grupo que se llama Aphex Twin (muy buena la música también) el tema se llama Rubber Johnny. Dejo el link. Entren y véanlo!!!!!!! Ah se lo habia recomendado a melisa una vez.... un poco tarde pero quien dice.
http://video.google.com/videoplay?docid=7382676545570345084
http://video.google.com/videoplay?docid=7382676545570345084
Chris Cunningham -- Rubber Jonnhy
Es un tipo de retrato fuera de lo común, me dejó seco la primera vez que lo vi (en una pantalla de cine) para un ciclo de cortos. No se como subirlo pero aca esta el link. Veanlo!!!!
http://video.google.com/videoplay?docid=7382676545570345084
http://video.google.com/videoplay?docid=7382676545570345084
martes, 12 de junio de 2007
por aca...
viernes, 8 de junio de 2007
martes, 5 de junio de 2007
En la búsqueda
Estoy investigando sobre fotografos y la verdad que me gustan muchos, Avedon tiene retratos que me pusieron la piel de ganzo, Davidson por la forma de mostrar a la gente en esta especie de jungla urbna y como potencia lo que le pasa a los retratados mostrando las situaciones en las que sedesenvuelven todos los días, aunque es ese día, en ese instante preciso. Me atrae la temática, los cuerpos, los conflictos, como uno se mete en las fotos (a mi me pasa). Larry lark me parece otro grande, pero vi pocas fotos suyas. Como dije stoy investigando y no me puedo hcer mucho el entendido (todavía).
Aca posteo unas fotos de un tema qe me apasiona, tanto por la propuesta estética, que creo que si es un faro creativo al que seguiría chocho de la vida; por el placer que me produce y por las ideas sobre diferentes "aspectos" de nosotros los humanos que mete entre un espectaculo y otro. Me paree un movimiento increible, si bien me gustan las cosas por lo general mas under (que fea palabra), y me quejo a veces porque no sea mas accesible para todos. Lasfotos son de espectaculos del Cirque Du Soleil, sacadas por un tal Charles M. Herskowitz, que por lo que vi, saca fotos de futbol americano (naa que ver). Pero bueno, aca se copó y sacó éstas que tan buenas.
Me encanta.Hay una película que se llama Journey Of Man, del circo. REED SMOOT(Director de Fotografía), KEITH MELTON(Director), ANTOINE COMPIN & CHARIS HORTON(Co-Productores), ANDRE PICARD(Productor).
viernes, 1 de junio de 2007
Retrato// La voz de la sangre, de Jack London.
... Sin embargo, a pesar de su gran amor por John Thornton, que podría decirse que revelara el mórbido flujo de la civilización, en él permanecía vivo y activo el impulso de furzas primitivas, despertadas por las tierra del norte. Aunque nutriese fidelidad y devoción, cosas que nacen sólo cuando s tienen un fuego y un techo, conservaba sin embargo intactas su astucia y su salvajismo: era una criatura del bosque, salida del bosque y venida a tumbarse junto al fuego de John Thornton., más bien que un perro de las dulces tierras el sur, marcado por la señal de generaciones y generaciones de criaturas civilizadas. Por su gran amor nunca había robado este hombre, pero no habría dudado ni un segundo con cualquier otro que hubiese acampado en lo lrededores; y su astucia para robar le habría incluso permitido que no le pillasen.
Su hocico y su cuerpo llevaban las señales de los mordiscos e muchos perros, y él ahora peleaba con más fiereza quenunca, y también de forma más diestra. Skeet y Nig eran perros demasiado buenos para que él pudiera pelearse con ellos; además pertenecían a Jhon Thornton. Pero los perros forasteros, de cualquier raza y valor, reconocían inmediatamente la superioridad de Buck o se esncontrban teniendo que pelear por su vida contra un antagonista terrible. Y buck era despiadado; había aprendido bien la ley del garrote y del colmillo, y nunca renunciaba a una ventaja, o se retraía a un enemigo que él ya hubiese avocado por el camino de la muerte. Había aprendido la lección de Spitz, de los más temidos perros de la policía y del servicio postal, ya sabía que no había una vía media, dominar o ser dominado. Y mostrar piedad era solo una debilida. En la vida primitiva no había luga para la piedad, porque esta se confundía con el miedo, y tal malentendido llevaba a la muerte. Matar o que te maten, devorar o ser devorado, ésa era la ley; y él obedecía a este mandamiento que le llegaba desde los abismos del tiempo.
Era más viejo que su edad, tenía más años de los qu había respirado el aire del mundo. Enlazaba en sí el pasado y e presente, y, a través de él, la eternidad palpitab a sus espaldas con un ritmo potente, al que él e adecuaba, así como se adecúan las mareas y las estaciones. Hechado junto al fuego de John Thornton era un perro de pecho ancho, colmillos blancos y pelo largo.;pero, detras de él, estaba la sombra de todas las especies de perros, medio lobos o lobos salvajes, que lo aosaban y lo azuzaban, saboreando la carne que comía, anhelando el agua que bebía, huzmeando con él el aire, escuchndo y distinguiendo con él los ruidos de la ida salvaje del bosque, orientando sus humores, hechándose a dormir con él cuand él se hechaba, y soñando con él mas allá de él hasta convertirse ellos mismos en materia de sus sueños.
Tales sombras le hacían llegar llamadas tan imperiosas, que, día tras día, olvidaba cada vez más la humaidad y las pretensiones de la humanidad. En la profundidad del bosque resonaba una voz, y cada vez que él la oía, que misteriosamente le atraía y electrizaba, se sentía empujado a dar la espalda al fuego y a la tierra batida que había al rededor, y a adentarse en el bosque, cada vez más adentro, sin saber donde iría ni porque; ni se preguntaba donde iría ni porqué cuando aquella voz resonaba imperiosa en la profundidad del bosque. Pero cada vez que llegaba a la blanda tierra virgen y a la verde sombra, el amor a John Thornton lo devolvía para atras, hacia el fuego.
Sólo Thornton lo retenía. El resto de la humanidad no significaba nada. Viajeros de paso podían alabarlo y acariciarlo, pero le dejaban frío; y si alguno era demasiado efusivo, se levantaba y se iba a otra parte.
Lo que le pasa a este perro es un mambo que me sorprendí transitando más de una vez y que creo que voy a seguir transitando. Sobre todo en estas fuerzas que a veces confunden y que lo llaman a uno a correr sin dirección por una calle, o a apretar el boton eject. Me inquieta y derrumba mis estructuras.
Su hocico y su cuerpo llevaban las señales de los mordiscos e muchos perros, y él ahora peleaba con más fiereza quenunca, y también de forma más diestra. Skeet y Nig eran perros demasiado buenos para que él pudiera pelearse con ellos; además pertenecían a Jhon Thornton. Pero los perros forasteros, de cualquier raza y valor, reconocían inmediatamente la superioridad de Buck o se esncontrban teniendo que pelear por su vida contra un antagonista terrible. Y buck era despiadado; había aprendido bien la ley del garrote y del colmillo, y nunca renunciaba a una ventaja, o se retraía a un enemigo que él ya hubiese avocado por el camino de la muerte. Había aprendido la lección de Spitz, de los más temidos perros de la policía y del servicio postal, ya sabía que no había una vía media, dominar o ser dominado. Y mostrar piedad era solo una debilida. En la vida primitiva no había luga para la piedad, porque esta se confundía con el miedo, y tal malentendido llevaba a la muerte. Matar o que te maten, devorar o ser devorado, ésa era la ley; y él obedecía a este mandamiento que le llegaba desde los abismos del tiempo.
Era más viejo que su edad, tenía más años de los qu había respirado el aire del mundo. Enlazaba en sí el pasado y e presente, y, a través de él, la eternidad palpitab a sus espaldas con un ritmo potente, al que él e adecuaba, así como se adecúan las mareas y las estaciones. Hechado junto al fuego de John Thornton era un perro de pecho ancho, colmillos blancos y pelo largo.;pero, detras de él, estaba la sombra de todas las especies de perros, medio lobos o lobos salvajes, que lo aosaban y lo azuzaban, saboreando la carne que comía, anhelando el agua que bebía, huzmeando con él el aire, escuchndo y distinguiendo con él los ruidos de la ida salvaje del bosque, orientando sus humores, hechándose a dormir con él cuand él se hechaba, y soñando con él mas allá de él hasta convertirse ellos mismos en materia de sus sueños.
Tales sombras le hacían llegar llamadas tan imperiosas, que, día tras día, olvidaba cada vez más la humaidad y las pretensiones de la humanidad. En la profundidad del bosque resonaba una voz, y cada vez que él la oía, que misteriosamente le atraía y electrizaba, se sentía empujado a dar la espalda al fuego y a la tierra batida que había al rededor, y a adentarse en el bosque, cada vez más adentro, sin saber donde iría ni porque; ni se preguntaba donde iría ni porqué cuando aquella voz resonaba imperiosa en la profundidad del bosque. Pero cada vez que llegaba a la blanda tierra virgen y a la verde sombra, el amor a John Thornton lo devolvía para atras, hacia el fuego.
Sólo Thornton lo retenía. El resto de la humanidad no significaba nada. Viajeros de paso podían alabarlo y acariciarlo, pero le dejaban frío; y si alguno era demasiado efusivo, se levantaba y se iba a otra parte.
Lo que le pasa a este perro es un mambo que me sorprendí transitando más de una vez y que creo que voy a seguir transitando. Sobre todo en estas fuerzas que a veces confunden y que lo llaman a uno a correr sin dirección por una calle, o a apretar el boton eject. Me inquieta y derrumba mis estructuras.
Laura
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